La pintura refleja la escena más famosa del mito de Dánae: su violación por el dios Zeus, metamorfoseado como una lluvia de oro. Un tema muy delicado para la artista, pues ella la habia sufrido en su juventud. Según la mitología griega Dánae era hija de Acrisio, rey de Argos, y Eurídice, hija de Lacedemón. Decepcionado por no tener herederos varones, Acrisio consultó un oráculo para saber si esto cambiaría. El oráculo le dijo que fuese al fin de la Tierra donde sería asesinado por el hijo de su hija.
Hay infinidad de obras que se inspiraron en viejas leyendas, leyendas que para fines comerciales, fueron podadas de tal forma que casi no se reconocen, es el caso de Cenicienta. La verdadera historia de la Cenicienta tendría origen en Egipto, otros encuentran similitudes en un cuento persa de las Mil Noches y una noche, en el que en lugar de zapato, lo que lleva la joven en el pie es una pulsera de oro.
William-Adolphe Bouguereau, produjo escenas tomadas de temas clásicos, mitológicos y bíblicos, centrándose principalmente en figuras femeninas: diosas, bañistas, desnudos y Madonnas. Reverenciado por la academia de París y muy admirado por su meticulosa interpretación de los tonos de piel, Bouguereau expuso regularmente en el Salón de París y tuvo un gran éxito durante su vida.
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