Me llamo Aimée Du Buc de Rivéry, y nací en Martinica en 1776. Puedo contar la historia de cómo una joven creció en una isla del Caribe y fue arrancada de su hogar para convertirse en una figura clave en la corte del Imperio Otomano, pero siempre conservando la dignidad y la astucia que la vida me enseñó a temprana edad.
Mi vida comenzó en una plantación de azúcar, donde mi familia, los Dubuc de Rivéry, vivía con ciertos lujos, aunque las tensiones crecían debido a las complejidades de nuestra época. Desde pequeña, recibí una educación esmerada, aprendiendo a leer, escribir y tocar el piano, algo poco común para una niña en Martinica.
En los confines del firmamento, donde la luz y la oscuridad se entrelazan en un ballet eterno, surgieron dos astros de insólita belleza y poder. Estos eran Hesperus y Phosphorus, los hermanos gemelos del amanecer y del crepúsculo, nacidos del vientre de Eos, la diosa del alba, y Astreo, el titán de las estrellas. Desde su nacimiento, el destino de estos dos seres estaba marcado por la dualidad y la tensión entre la luz y la sombra.
La mitología griega cuenta que Eos, con sus dedos de rosa, atravesaba el cielo cada mañana, trayendo la luz del día al mundo. Sin embargo, su vida no estaba completa. A pesar de su papel vital, Eos anhelaba la compañía de hijos que pudieran compartir su divino deber.
Adonis, mi amado, ha muerto. La noticia me ha golpeado como una ola helada, arrebatándome el aliento y dejándome con una tristeza abrumadora. Mis lágrimas caen sin consuelo, formando ríos en mi rostro mientras miro su cuerpo inerte. El dolor es un nudo en mi garganta, una herida abierta que no dejará de sangrar. ¿Cómo es posible que la vida se haya ensañado de esta manera con nosotros?
En la vasta y antigua cosmogonía griega, los mitos sobre los dioses del tiempo están envueltos en un velo de misterio y confusión. Estos relatos, transmitidos a través de generaciones, han dejado una huella indeleble en la percepción humana del tiempo y su naturaleza. Entre estos mitos, el más conocido es el de Chronos, una deidad que personifica el tiempo mismo.
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Sumérgete en un viaje emocionante donde la creatividad y la belleza artística se fusionan para dar vida a narraciones atemporales que siguen cautivando al mundo moderno. Desentrañamos los secretos ocultos detrás de estas obras icónicas y te llevamos en un recorrido único por la intersección entre mitología y genialidad artística.¡Déjate inspirar por la riqueza cultural que perdura a través de los siglos !