La respuesta es otra pregunta: ¿Quién disfruta más en el sexo, los hombres o las mujeres? Esa era la discusión que mantenían Zeus y Hera y que Tiresias tenía que dirimir, pues él era el único que había sido hombre y mujer en la misma vida.
El origen de la discusión eran las recriminaciones hechas por Hera a raíz de las reiteradas infidelidades de Zeus, quien le decía que, como ellas disfrutaban más, ellos debían compensar esta falta con un mayor número de encuentros.
Así es que Tiresias debía dar la respuesta a este dilema.
En efecto, Tiresias había sido hombre y mujer. Según cuenta el mito, paseaba el joven Tiresias por el monte cuando se topó con dos serpientes copulando; Tiresias tomó un palo y mató a la hembra y, como represalia por su proceder, quedó inmediatamente transformado en mujer, por castigo de Hera, la esposa de Zeus.
Convertido Tiresias en mujer llegó a ser una afamada prostituta y hasta tuvo hijos, por ejemplo la pitonisa Manto (nombre relacionado con el sufijo mancia: artes adivinatorias).
Tras siete años como mujer ocurrió que Tiresias se encontró con otro par de serpientes copulando y en esta ocasión mató al macho, con lo que recuperó de nuevo su masculinidad. Otra versión asegura que en el segundo avistamiento no atacó a las serpientes y como "premio" volvió a ser hombre.
Aún en su condición de ciego, Tiresias realizó muchas predicciones y pronunciamientos que, más de uno, no los tomó en serio. Uno de los que no entendía por qué Tiresias adoraba al dios del vino y la vegetación fue el rey tebano Penteo, quien rechazó sus consejos para que adorase al dios correctamente, y por ello tuvo que pagar la ofensa con su vida.
Fue Tiresias también quien predijo los trágicos sucesos ocurridos en Tebas durante y después del reinado de Edipo, príncipe que mató a su padre y se casó con su madre. Fue él quien afirmó que la plaga que azotaba Tebas era resultado de su mal comportamiento.
Pero volvamos a la respuesta de Tiresias a Hera y Zeus sobre quien (mujer u hombre) lograban mayor placer sexual.
Tiresias contestó así:
"Si el placer si divide en 10 partes, 9 se las llevan las mujeres y 1 los hombres".
Hera, completamente indignada pues Tiresias había dejado al descubierto la verdadera naturaleza del placer femenino, lo dejó ciego, al pobrecito.
Zeus, feliz por haber vencido, le otorgó al pobre infeliz el don de la clarividencia, convirtiendo a Tiresias en un insigne profeta, pero ciego, el precio del Sincericidio.
La Fuente de Atenea (Pallas-Athene-Brunnen), situada frente al Parlamento de Austria en Viena, es una obra monumental que simboliza sabiduría, justicia y el poder legislativo. Diseñada por el arquitecto Theophil Hansen e inaugurada en 1902, esta fuente representa una alegoría del orden y la democracia en un contexto clásico.
Aunque la figura central de la fuente es Atenea, diosa de la sabiduría y la estrategia militar, acompañada de símbolos de poder y conocimiento, Zeus y Hera, sus padres en la mitología griega, están presentes como figuras clave. Ambos ocupan un lugar en la base de la fuente, entre otras representaciones alegóricas.
- Zeus, el rey de los dioses, aparece en una posición majestuosa, simbolizando autoridad y poder supremo. Está representado como una figura robusta y serena, con atributos que denotan su estatus como gobernante del Olimpo.
- Hera, la reina de los dioses y diosa del matrimonio, se muestra con un porte digno y sereno, destacando su papel como símbolo de la unión y la soberanía. Su representación alude a la estabilidad y la justicia en los asuntos humanos y divinos.
La fuente no solo resalta la mitología clásica, sino que también simboliza conceptos relacionados con la democracia y el Estado moderno. Atenea, coronada con un casco dorado y sosteniendo una lanza, domina la escena desde lo alto, mientras que Zeus y Hera en la base refuerzan el equilibrio entre sabiduría divina y poder terrenal.
Además de estas figuras mitológicas, la fuente incorpora alegorías de los principales ríos de Austria (el Danubio y el Inn, entre otros), que fluyen alrededor de los tronos de Zeus y Hera, simbolizando la riqueza natural del país.
El conjunto escultórico refuerza la conexión entre el Parlamento austriaco y los ideales de la Grecia clásica: justicia, sabiduría, y el gobierno por el pueblo. Zeus y Hera no solo aportan un toque mitológico, sino que representan el poder armonioso que sustenta la gobernanza en el modelo democrático.
Si alguna vez visitas Viena, esta fuente es un lugar emblemático que merece ser admirado tanto por su belleza artística como por su profundo simbolismo.
LA OBRA
Zeus y Hera
Carl Kundmann, Josef Tautenhayn y Hugo Haerdtl
1893-1902